¿Habías oído hablar de la limpieza facial con aceites vegetales?
El agua que sale hoy en día del grifo ha recorrido cientos de kilómetros, ha sido reciclada varias veces y ha sido tratada con sustancias químicas para que pueda beberse. Se le añade cloro como desinfectante antibacteriano y, en aquellas zonas en las que se utilizan grandes cantidades de pesticidas, puede llevar residuos de mercurio y arsénico. Su calidad depende en gran medida de la localidad en la que residimos y varía enormemente. Esto puede explicar en cierta medida el hecho de que a algunas personas no les produzca ningún efecto sobre la piel mientras que a otras se la seca, probablemente como resultado de que el agua demasiado tratada elimina las grasas y lípidos protectores.
Algunos limpiadores faciales nos resecan la piel
Y esto nos lleva al tema de los limpiadores. Es muy corriente que el primero y más abundante de los ingredientes de cualquier producto limpiador y cosmético sea la palabra aqua, agua. El agua glaciar –filtrada a través de rocas volcánicas– y las aguas minerales se esterilizan o destilan antes de incluirse en productos comerciales para hacerlas inertes, o inactivas químicamente. En casa podemos lavarnos la cara con agua del grifo filtrada o con agua destilada. En esta sección, sin embargo, vamos a mostrar unos limpiadores alternativos que no utilizan agua y que tienen la ventaja de que se pueden adaptar fácilmente para que se ajusten no solo a nuestro tipo de piel sino también a las variaciones atmosféricas y a las condiciones medioambientales que se dan a lo largo del año.
ACEITES Y BÁLSAMOS LIMPIADORES
Hacer aceites limpiadores en casa es fácil; lo único que necesitas es una buena selección de aceites vegetales, lo más importante es elegir aceites vegetales nutritivos que sean ligeros pero que puedan eliminar lo que hay que eliminar y que no sean tan densos que taponen los poros y la piel. Quizá resulte sorprendente saber que un buen aceite limpiador no va a hacer más grasa la piel ni va a favorecer la aparición de granos en un cutis propenso a sufrirlos (y esto incluye el acné).
Hidrolatos o aguas florales. Refresca y calma tu piel
Para dejar nuestro cutis fresco podemos recurrir al uso de un hidrolato o agua floral después de la limpieza, que resultan refrescante y no resecan tanto.
Los hidrolatos ayudan a refrescar, calmar y estimular la piel. Unos son tónicos, otros astringentes, pero todos resultan refrescantes. Ayudan a cerrar los poros abiertos y suavizan las pieles de textura desigual. Se suelen aplicar después de la limpieza facial para asegurar la retirada total de cualquier residuo de cremas o lociones que pudiera haber quedado y tambíen durante el dia o por la noche para refrescar la piel.
Algunos aceites vegetales que puedes usar para la limpieza facial
Los aceites portadores incluidos en la lista siguiente pueden utilizarse como limpiadores faciales. Los que más se parecen a la cera, como el jojoba (Que técnicamente es una cera líquida) eliminan los maquillajes y los contaminantes más densos de la piel.
Elige un aceite o combínalos entre si según tus propias necesidades y prepara tu propia mezcla.
Almendras dulces (Prunus amygdalus var. dulcis)
- Propiedades: emoliente, suavizante, hidratante, nutritivo y calmante
- Tipo de piel: Es perfecto para todo tipo de piel incluidas las secas, inflamadas o irritadas.
- Comedogénico: no tapona el poro.
Avellana (Corylus avellana)
- Propiedades: emoliente, hidratante, nutritivo y regenerador
- Tipo de piel: todo tipo incluidas las secas, maduras, mixtas y sensibles
- Comedogénico: no tapona el poro.
Girasol (Helianthus annus)
- Propiedades: suavizante, hidratante, regenerador y protector.
- Tipos de piel: todo tipo incluidas las sensibles, mixtas, con acné y grasas.
- Comedogénico: no tapona el poro.
Jojoba (Simmondsia chinensis)
- Propiedades: Protector, hidratante, antiinflamatorio, antiinfeccioso, nutritivo y equilibrante.
- Tipo de piel: Todo tipo de piel incluidas las maduras, sensibles, mixtas, grasas con acné y problemáticas.
- Comedogénico: no tapona el poro
Salvado de arroz (Orza sativa)
- Propiedades: antioxidante, protector, nutritivo, calmante, hidratante y reconstructor.
- Tipo de piel: todo tipo de piel incluidas las maduras, sensibles secas y prematuramente envejecida
- Comedogénico: no tapona el poro.
Semilla de uva (Vitis vinifera)
- Propiedades: restaurador, suavizante, reestructurante y antioxidante.
- Tipo de piel: todo tipo en especial las pieles mixtas, grasas y con tendencia a los granos.
- Comedogénico: no tapona el poro.
Cómo utilizar un aceite limpiador para desmaquillarte.
Aplícalo como lo harías con tu limpiador habitual. Retíralo de la cara con un paño caliente y húmedo o con discos de algodón.
Después de la limpieza, aplica un hidrolato o un tónico de agua floral. Con ello conseguirás refrescar tu piel y equilibrar tu PH, preparando tu piel para recibir una posterior hidratación.
Desde Originker te animamos a probar esta forma de desmaquillarte, tu piel estará cuidada e hidratada desde el primer paso.